DESAFIO MARE NOSTRUM III - 2021

ETAPA 8: ROMERIA OROPESA - ARENAS


   Domingo 10 de octubre 2021 

   No duermo bien como es normal. Son muchas sensaciones y ganas de completar la aventura. Toca diana bien temprano. He quedado con Perico en el bar de la estación de bus. Tiene antojo mi niño de tortilla de patata. Monto alforjas, algo menos cargadas que días anteriores y me dirijo a la estación. Ya está Perico allí con su prima Ana y Nacho. Me comenta que no hay tortilla, teníamos que haberla encargado antes. Damos cuenta de un café y porras. Entre agradable charla van llegando romeros  a los que voy saludando.

 

   Este año vamos pocas bicis en el bus. Se celebra la marcha MTB de Parrillas y es la primera de la zona después del confinamiento del 2020. No hay problemas para cargar las bicis, somos seis bicigrinos, en Oropesa se unirían una treintena más que como en años anteriores van montados desde Arenas y nos acompañan en la vuelta.

   

   

   Compartimos bus con los romeros andarines, ellos se quedan en Parrillas. Nosotros seguimos camino a Oropesa. Son cerca de las 11 de la mañana cuando llegamos a la plaza de Oropesa. Allí ya nos están esperando un buen grupo de bicigrinos. Descargamos bicis y vamos montando ruedas y hacemos tiempo en agradable charla con los amigos de rutas. Se interesan por nuestra aventura por tierras catalanas.

 

   Como siempre salgo el último de la plaza. Me retraso pues al  encender la Gopro veo que se ha partido el soporte. Cámara al bolsillo y sigo camino. No volvería a coger al grupo hasta casi el paso elevado de la autovía. Me espera Perico y en Torralba cogemos desvío al camino del Dehesón del Encinar. Vamos un reducido grupo de seis bicigrinos en la parte trasera. Los galgos no los veríamos hasta el alto del Dehesón.

   Parada de reagrupamiento. Compruebo que estamos todos. Saco herramientas y ajustamos una tija  e hinchamos una rueda algo baja.

 

   El día es espléndido para rodar por éstos parajes. La dehesa mediterránea esta preciosa. Encinas y alcornoques centenarios en plena armonía con el tranquilo pastar de esporádicos grupos de vacas.

 

 

   Bordeamos el pantano de Navalcán y seguimos por la Cañada Real camino de Parrillas. En la entrada a la plaza nos encontramos con la llegada de la prueba BTT que se celebra en Parrillas. Peligrosa coincidencia de fechas. Nosotros no tuvimos problemas pues estaba bien controlada con la Guardia Civil y los constantes avisos de los lugareños cuando se aproximaban los bikers a gran velocidad a meta.

 

  

   Unas cervezas y algún pinchito. Un descanso y el parte del grupo me consultan y deciden coger la Cañada real hasta el Alto del Boquerón. Con el permiso de la autoridad el grupo restante salimos más tarde y decidimos bordear la ruta de entrada de bikers y seguir la Ruta Alcantarina camino del empedrado. 

 

   Este año el empedrado me lo hago del tirón. Alguna parcela se compraron algunos, afortunadamente sin consecuencias físicas. 

 

 

   El grupo se vuelve a dispersar. Perico y yo subimos los últimos y recogiendo  a los rezagados más justitos de fuerzas. En el cuestón de la subida al Ayuso me acuerdo de Orlando años atrás con el gel, se lo comento a Perico y nos reímos de esa anécdota que ya es historia bicigrina. Llegamos al alto de la Fuente de Las Pilas. Volvemos a reagruparnos. Parte del grupo me avisa que salen y ya no los volvería a ver hasta el cruce de San Pedro, pues se van a comer al restaurante de  La  Cueva del Águila.

   Disfruto de la bajada, la hago en solitario. Veo las señales de parte del trazado de la ParrillasBike y posteriormente me comentarían los romeros que pasaron momentos de verdadero peligro al coincidir con el veloz paso de los bikers a su lado. 

 

   Antes de llegar a la cañada reúno al grupo y vamos todos juntos para cruzar la carretera y pasar por el antiguo puente sobre el Tiétar. Nos encontramos a los últimos romeros andarines. Saludo a Tito Becerra y celebro su mejoría para poder completar la romería. Nos cruzamos con mi mujer y el grupo de amigos. No paramos y les esperamos a comer en Ramacastañas.

   

   Adelantamos con precaución a los romeros a caballo. En la entrada a Ramacastañas nos miramos Perico y yo y decidimos cruzar el cauce del río. Paso obligado bicigrino, cuando el caudal lo permite. Este año el nivel permite el paso. Se adelanta Perico pero las piedras del cauce le obligan a poner pie y mojarse hasta las rodillas. Una vez que ha cruzado me toca a mí. Me adelanto y paro en la orilla y veo el trazado a seguir. Retrocedo y bajo piñón, evito molinillo. La entrada la hago despacio conservando equilibrio y salvadas las piedras tiro de riñones y salvo el cauce del río del tirón. No evito mojarme las zapatillas. Se agradece los ánimos de Luis y el grupo de gente que esperaban el paso de los caballos. Asombrados jalean nuestro arriesgado paso por el río.

 

 

   Nos quitamos zapatillas y calcetines y degustando unos merecidos tercios, nos sentamos al solecito a esperar al grupo de amigos.

 

   Recibimos la visito de Alberto, bicigrino que éste año no ha podido acompañarnos. Nos presenta a su pequeña Jimena. 

   Los amigos van llegando en diferentes grupos. Cogemos mesa y entre agradable charla damos buena cuenta de los bocatas que traíamos en las alforjas.

 

   Los romeros andarines salen antes. A nosotros nos da tiempo a saborear los cafés y acabar con la botella de crema de orujo. Bebida no precisamente isotónica pero que hace tomar fuerzas para subir los rampones pasada la gravera. 

 

   Perico se adelanta en la subida. Yo subo a mi ritmo, tiro de molinillo y con sonoros resoplidos consigo completar del tirón los interminables rampones me reúno con Perico en el campo de fútbol. Adelantamos en la bajada a varios grupos de romeros. Nos desviamos para subir a mi casa y recoger las botellas de sidra que tengo en la nevera. 

 

   Nos reunimos con el grupo en el cruce de san Pedro. Ocupamos nuestro sitio, entre romeros andarines y los caballos. 

   Iniciamos el lento ritmo junto a los romeros. Ritmo que provoca alguna caída sin consecuencias. Les indico que se separen un poco para evitar nuevas caídas.

 

   Da gusto ver a los peques a rodar a nuestro lado. saludo a muchos conocidos que se interesan por nuestra aventura por tierras catalanas. 

 

   Como es norma me descuelgo y en esos últimos kilómetros se vienen a la mente imágenes de éstos últimos días.

   

 

 

   Este años si nos reciben con las campanas del santuario. Me acuerdo de mi solitaria llegada del año pasado por la pandemia.

 

   Es la última subida le digo a Perico. Sonrisa cómplice con mi brother de aventuras. El numeroso gentío nos reciben con un cariñoso aplauso. 

 

 

   Saludo a Francisco. El fotógrafo oficioso del Valle del Tiétar. Siempre está allí. 

 

   Muchos amigos y conocidos nos animan dando muestras de alegría por poder haber finaliza esta locura. La emoción va en aumento, son muchos kilómetros en las piernas. Este año la romería es especial, completa un sueño. Siete años atrás frente a un ordenador empezaría a fraguar esta auténtica locura. Completar el perímetro de la Península Ibérica lo más pegado posible a la costa ha supuesto un gran esfuerzo físico y mental. Pero la llegada al santuario compensa todo lo sufrido.

 

  

 

 

 

 

 Nos dirigimos al final de la carpa. Me fundo en un emotivo abrazo con Perico. Le agradezco su compañía durante éstos días. Acabamos llorando de emoción los dos. Lágrimas que fluyen por esos momentos de cansancio, dudas, lluvia, frío... 

 

Me disculpo por esos trazados de ruta  que a veces son imposibles de seguir montados y nos obligan a arrastrar la bici. Pero a la vez nos proporcionan  instantes de gozo al contemplar esas maravillas naturales que tenemos en nuestra geografía.

 

   Se nos nota en la cara la emoción que compartimos con nuestros amigos.

   Descorchamos esas botellas de sidra que compartimos con el grupo de bikers que me han acompañado en la romería. 

 

   Este años cerca de 40 amigos de la bici se unieron en la romería bicigrina alcantarina. Como le prometí al padre Julio, en su día. Se han incorporado un nuevos amigos que han disfrutado del maravilloso entorno natural que nos rodea y han sentido la emoción de llegar junto a los romeros al santuario de san Pedro de Alcántara, nuestro patrón y protector bicigrino. 

 

   Fotos de rigor que inmortalizan momentos que perduraran en nuestro recuerdo. Algunas ausencias de seres queridos que  os dejaron pero que están siempre en nuestra memoria y en especial éste día tan señalado.

 

   Me reúno con el padre Carlos y se interesa por nuestro particular peregrinaje. Le agradezco sus palabras en megafonía que arrancan un emotivo aplauso de todos los presentes al anunciarles nuestra aventura.

   Comparto unas botellas de sidra con mis amigos bikers. Hay que celebrar que hemos finalizado la romería sin incidentes y como es habitual un gran ambiente de compañerismo bicigrino.

   Me dirijo a dar gracias al santo. Muchos días fuera de casa, muchos kilómetros, momentos de dudas, cansancio, inclemencias del tiempo... Pero aquí estoy, una vez más gracias por su protección. Ningún percance reseñable. Ninguna avería sería que nos hubiera impedido completar mi locura. 

 

   Saludo al padre Julio. Muy atareado éste año, pues esta con el gel a la entrada del santuario. Ya no lo volvería a ver hasta días después donde tendríamos nuestra charla y comentaríamos la ruta y el confinamiento de los hermanos franciscanos. Me despido con un "paz y bien".

 

   En compañía de mis amigos bajamos al pueblo. Esta vez vamos andando y paramos en el California. Varios tercios de cerveza y agradable charla nos llevarían a recogernos tarde. Vuelta a casa. dejo a mi negra en el garaje, una ducha, cena y a descansar. Muchas emociones y cansancio se acumulan.


   Pulsa en el botón para ir al balance final: